INGREDIENTES:
- 2 solomillos de cerdo
- 1 cebolla grande
- 4 dientes de ajo
- 1 puñado de almendras tostadas
- 1 vaso de vino blanco
- 3 hojas de laurel
- 3 o 4 granos de pimienta
- Harina
- Sal
- Aceite de oliva
PREPARACIÓN:
- Cortar el solomillo en rodajas que no sean muy finas para
que no se deshaga cuando se guise.
- Una vez cortada toda la carne, sellarla en una sartén con
aceite de oliva hasta que esté dorada por ambos lados y pasarla a una
cazuela.
- En la misma sartén donde se ha dorado el solomillo, sofreir
la cebolla con los dientes de ajo, y
dejar que la cebolla quede transparente con
cuidado de no quemarla y añadir una
cucharada de harina.
- Sofreir la harina para que no deje gusto y triturar todo
en la batidora, con el puñado de almendras tostadas.
Añadir a la carne el triturado, el vaso de vino y un poco de
agua. Poner sal al gusto, añadir las hojas de laurel y la pimienta en grano y
dejar cocer hasta que la salsa ha espesado y ha reducido, y la carne esta
blanda, aunque el solomillo es una carne muy tierna y hay que tener cuidado de
que no se deshaga.
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